Entre sus arrugas

las mías

en sus miradas de cristal enrarecido

la mía raramente oscurecida

entre sus trapos cansados

flotan mis ropas

tullidos cuerpos

que albergan familiares retazos

entre los viejos

mi propia vejez lloro

en sus soledades

mi propia soledad presagio

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tediosa y adolorida vejez

días tendidos

en el desván de las noches

ideas soñolientas

en calcinantes veranos

cadencias que repican

con el salpicar de nostalgias

buscando el alma

en estallidos silenciosos del cuerpo.

Quiero

Quiero ser yo

sin desgarrarme

acariciarme

sin opacarme

traslucir

sin desdeñar espejos

deleitarme

no quiero nubes indiferentes

preñadas de parsimonia

no quiero silencios sofocantes

truhanes del tiempo

quiero espolvorear los cuerpos

con poemas y canciones

no quiero mirar al vacío

sus miradas huecas

quiero con los hilos de la sombra

tejer luz en las pupilas

no quiero de la boca

un pozo reseco

quiero un cuenco húmedo

que remoje besos

no quiero el rocoso olvido

nefasto escondite

quiero el grito del recuerdo

herirlo y que me hiera

no quiero pechos

ajenos descosidos

quiero cubrirlos con pájaros

aleteados por el viento.

Al alba… al crepúsculo

Al alba

soles por espejuelos

cuesta arriba

cuesta abajo

duendes bailarines

en la noche de las persianas bajas

cambalache de ratones y dientes

bajo la almohada

hadas azules engarzando bucles

polvaredas de fantasías los cuentos levantan

plegarias al ángel

resbalando por el sueño

canto infantil voz de cristal

globo mágico trepando brisas

volantín anudando el arco iris

y al anochecer

farolitos prendidos en las estrellas

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al crepúsculo

breve y dolida vejez

acopio de suspiros

escondida entre riscos de soledad

acunada contra el muro silente de la indiferencia

extraviada entre grises de temores viejos

paralizada

contraída

¡vida!

bandada de pájaros

se aleja al acercarnos

flores silvestres

ocultan canciones enmudecidas.