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Autor | A Quien Corresponda Una lección de poética
Enrique Alfaro Llarena
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In memoriam Rubén Bonifaz Nuno Lo conocí hace muchos años. Tenía su tertulia en una taquería del sur de la ciudad en la que celebraba la poesía y la amistad. Entonces ya me parecía un viejo. Con la soberbia de un poeta adolescente le mostré el soneto que yo acababa de escribir. Lo leyó, volvió a leerlo, se entretuvo en alguna imagen del segundo cuartero. Lo celebró y me sugirió que quitara una i griega. No lo hice, por supuesto. Dejé de verlo, pero me acercaba a su poesía con frecuencia, a veces con desgana, otras con entusiasmo: todo es bueno si la llama de la vida lo enciende. Un día me sorprendió que le escribiera una colección de sonetos a una mujer del mundo del espectáculo que fingía ser actriz en pésimas telenovelas. Ella era guapa y el poeta, que nadie lo culpe, se había enamorado. Conversé con él dos o tres veces más. Hablamos de los autores griegos y latinos que traducía pero yo hubiera querido hablarle de la actriz de sus amores. He vuelto a sus libros (nunca el tema es de por sí poesía) y descubro que en cada nueva lectura me dice más. Sus poemas me parecen más reposados, más sabios y profundos. Para el verdadero encuentro, quizá a mí me faltaban años. Hoy ha muerto y en medio de la barbarie debemos detenernos y abrevar de sus palabras: En medio del alba mira el poeta [...] y encuentra, en el dulce canto que forma, un modo inocente de estar contento y de hacer el bien a los que pasan. La partida de un poeta es un hecho pleno de significados. Es necesario y urgente hacer algo como leer sus versos hasta el fondo de la noche, su poesía vital, su poesía amorosa, sus versos vitales y amorosos. Sí, y después de la lectura, apabullado o empapado en sus palabras, tal vez realice un sacrificio, un acto noble y sensato de justicia poética en memoria de aquel primer encuentro, tan lejano en el tiempo y tan fresco en mi ánimo. Tal vez reconsidere mi decisión y me incline y quite para siempre una i griega que seguramente le sobra a un soneto casi perfecto y tan soberbio como adolescente. Tal vez descubra con humildad que no ha terminado la intensa lección del maestro.
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Autor | A Quien Corresponda |
Escritor mexicano
Enrique es colaborador distinguido de Literatura Virtual.
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