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José Tadeo Arreaza Calatrava
Cantos de la carne y del reino interior


María Cristina Solaeche Galera

Caminante ¿qué buscas en el huerto?
Sacude tus sandalias peregrinas
y prosigue… El jardín está desierto:
¿No ves el muro solariego en ruinas?

Ismael Urdaneta

 

   José Tadeo Arreaza Calatrava, poeta, abogado y diplomático, nace en Aragua de Barcelona, en el  Oriente de Venezuela, el 24 de junio de 1882, en la ciudad llamada La Atenas del Oriente venezolano, en una acogedora y amplia casa llanera colmada de tradiciones heroicas y populares que avivarán el bardo que en él existe.

   Su padre el general Diego Arreaza Monagas, su madre Doña Petronila Calatrava.

   Vehemente, polemista, apasionado, su temperamento contrasta con su fisonomía y en especial, con su serena mirada engastada en dos ojos azules claros.

   Realiza sus estudios de primaria y secundaria en su pueblo natal, y en 1899, con diecisiete años, viaja a la capital, Caracas, e ingresa a la Universidad Central de Venezuela para estudiar Ciencias Políticas, mientras departe y conlleva una vida literaria y bohemia como la mayoría de los estudiantes de la época, en vivificantes tertulias en  los cafés de las plazas Bolívar y San Francisco. El 31 de diciembre de 1906 presenta la tesis Recurso de Casación en Venezuela, y el 19 de febrero de 1907 recibe el título de Doctor en Ciencias Políticas.

   Colabora a partir de 1902, en la distinguida revista El Cojo Ilustrado, como poeta, prosista, y una faceta bastante desconocida, como dibujante, también  en las principales revistas y periódicos de la época como El Nuevo Diario, Cultura Venezolana, El Universal,  La Revista Universal Ilustrada y Actualidades.

Desempeña la carrera diplomática como Cónsul de Venezuela en Santander, España, desde 1907 hasta 1912. A  partir de 1912 hasta 1914 es Cónsul en La Haya, Holanda.

   Ejerce a  partir de  su regreso a Venezuela en 1915, su profesión de abogado y juez en las ciudades de Zaraza, Ciudad Bolívar, Margarita, Caracas y en Tucupita, ciudad ésta  donde se radica.

   Es abogado defensor de los civiles y militares implicados en la sublevación del 7 de Abril de 1928,  en la que junto al alzamiento militar del Capitán Rafael Alvarado y los Subtenientes Barrios, Fernández y Leffman, de la Academia Militar,  con el apoyo del estudiantado y otros sectores de la sociedad caraqueña, se unen con la finalidad de derrocar el gobierno del tirano Juan Vicente Gómez; el movimiento fracasa, y la mayoría de los implicados son detenidos en los calabozos del Castillo de Puerto Cabello, La Rotunda, Palenque y El Sombrero. José Tadeo fue hecho prisionero y encarcelado en la temida Rotunda, en pleno corazón de Caracas, en la celda llamada El Manzanillo, donde comparte dolores y penurias con el poeta Andrés Eloy  Blanco y con el precursor del humorismo poético Francisco Pimentel (Job Pim). José Tadeo, ha sido seleccionado como uno de los candidatos para formar la Junta de Gobierno a la supuesta caída del tirano Juan Vicente Gómez, pero, estando en prisión agobiado de males recibe la infausta noticia de la muerte de su padre, abrumado también por la situación de su hijo, esta noticia unida a los efectos de la prisión, afectan tanto al poeta, que le produce con apenas 49 años de edad, una terrible depresión y recae mentalmente, siendo solamente por esta causa que es puesto en libertad, pero a partir de allí, su vida profesional, literaria y política queda casi anulada.

   Para recobrar la salud se le envía a la isla de Trinidad  donde es internado en un sanatorio hasta la muerte del dictador Gómez, y es entonces cuando puede retornar a Venezuela.

   Afectada fuertemente su salud, a los dos años de salir del sanatorio de la isla de Trinidad, en 1957 sufre una parálisis, y el 15 de enero de 1962 ingresa en el hogar clínica San José de Tarbes, en Caracas, al cuidado de las monjas tarbesianas, donde permanece hasta su muerte  el 1º de mayo de 1970. Allí, internado,  recibe el Premio Nacional de Literatura  correspondiente el bienio 1963-1964.

   Durante su permanencia en Europa trata personalmente a literatos y artistas, como Rubén Darío, Miguel de Unamuno, Marcelino Menéndez y Pelayo, Benito Pérez  Galdós, Sarah Bernhardt, Jacinto Benavente, Tito Salas, Ramón del  Valle Inclán, Andrés Eloy Blanco, Ismael Urdaneta, y otras personalidades de las letras y las artes, americanas y europeas.

   Su primer poemario Cantos de la carne y del reino interior: Cantos Civiles,  lo imprime en casa de Primitivo Fernández en Madrid, España,  en 1911, es una obra fiel al modernismo, acogida por revistas de prestigio como El Cojo Ilustrado, que publica sus poemas con distinción en sus páginas y se le celebra como uno de los más resaltantes poetas modernistas de la época  y es éste uno de los dos poemarios que esencialmente nos atañen en este ensayo. A este año pertenece también su  Canto a Venezuela.

   En 1913 edita en la Sociedad de Ediciones Louis-Michaud,  en París su segundo poemario Odas. La Triste y otros Poemas, donde inserta al final, una misiva de Rodó, en la que estimula al poeta Arreaza Calatrava sobre sus anteriores producciones; es un poemario donde destaca más su gozo personal, sin abjurar en ningún momento del credo modernista. Este poemario le grangea la notoriedad entre escritores de la  lengua española en Europa y América. Es un testimonio depurado del sensualismo, en un infrecuente  arte del desasosiego y el tedio amoroso, lo cual es origen del otro poemario contenido en este ensayo: JOSÉ TADEO ARREAZA CALATRAVA. Cantos de la carne y del reino interior: Cantos Civiles.  Odas: La Triste y otros Poemas.

 

 Para un jardín galante, un perfecto cincel
en pentélico bloque modeló un fauno. El Mal
no clava en ese pecho de piedra su puñal,
ni esos labios risueños empapó con su hiel.

El artista impecable al que diste un laurel,
en tu irónico mármol reveló su ideal,
¡Oh fauno que entre el llanto de la tarde invernal,
indiferente luces tu sonrisa cruel!…

Pero es carne tu mármol, ¡Oh dios menor! La mano
que te arrancó a la piedra, te dio el dolor humano,
de tu ceguera emana melancólica luz.
1

   En 1916, gana el premio en el certamen literario promovido por El Nuevo Diario, con su poema XIX  de Abril.

  Es nombrado jurado en el concurso literario del Primer Centenario del Congreso de Angostura, en 1919, programado y efectuado en Ciudad Bolívar; en la misma ciudad es nombrado miembro de la Sociedad de Historia, y se le asigna como orador en su inauguración.

   Es el autor de uno de los poemas infantiles más hermosos del folklore venezolano, Noche Bíblica, cuyo tema es la Navidad, y en el que agolpa los recuerdos de su niñez en Aragua de Barcelona.

   En 1921, gana el primer premio con su Canto a la Batalla de Carabobo, con motivo del centenario de dicha batalla.

   La Venezuela minera tiene en José Tadeo Arreaza Calatrava, su poeta cimero con el poema El Canto al Ingeniero de Minas, en 1924, es una exaltación cuasi futurista de la tecnología de las minas, con un vocablo “fetiche” esbozo de la próxima vanguardia y donde el poeta, se torna en modernista tardío, y empieza a liberarse casi totalmente de las influencias del modernismo:

   José Tadeo Arreaza Calatrava es, sin duda, una de las voces más firmes de nuestra poesía modernista. Pero tuvo la mala suerte de llegar a su plenitud cuando esta tendencia comenzaba a declinar entre los imitadores del gran Rubén. De haber surgido años antes, su nombre de poeta, “muy artista y muy sensible a la vez” como dijo Rodó, figuraría hoy entre los más grandes de América en ese periodo de renacimiento y definición americanista, que corre desde el año 1898 hasta el de 1914.

                                                       Fernando Paz Castillo

 

    ¡Perforadora, horada!… ¡Ya el petróleo
se lanza en chorro altísimo de fuego!
¿Unción de las labores? ¿Aureo riego?
¿Crisma del diablo?… ¡Es tuyo el virgen óleo
de tus dulces entrañas, Venezuela!…
Dios a encender tu lámpara te obliga…
¡Sobre tus campos vela;
porque la Previsión, abeja hormiga,
es como el Tiempo, (nunca fatiga)
y como el potro que en tu escudo vuela!…
2

 

   Recordemos ciertas ideas y lecturas sobre el modernismo en Venezuela, a donde sabemos  llega “un poco tarde”, después de 1890, y al que la prestigiosa revista El Cojo Ilustrado abre sus puertas generosamente en la ciudad de Caracas, inscribiéndose de lleno en este movimiento a partir de 1892, igualmente Cosmópolis que nace para ser su órgano de su divulgación en 1894 en Buenos Aires, Argentina; el modernismo, como síntesis muy bien lograda de el romanticismo, del parnasianismo, el simbolismo y el impresionismo en sus orígenes, es innegable que no puede comprenderse fuera del contexto del modernismo como una “concepción total de vida”. La fuerza imperiosa del modernismo, mora precisamente en su genialidad del poder del sincretismo, por su gran capacidad para integrar armónicamente tendencias fuertemente contradictorias entre sí.

   José Tadeo Arreaza Calatrava, nos ofrece una constante civil en tonos si excepción en sus briosos cantos, donde busca la belleza y la elegancia valiéndose de la musicalidad, del sonido y el ritmo con sus capacidades “seguidoras”, igualmente, junto a esta tendencia hacia la belleza, escudriña el mundo interno del poeta y su estado anímico con frecuencia nostálgico y junto a esa visión del mundo, acude al símbolo, a la sinestesia y, profesa un misticismo resultado de la contemplación de la naturaleza y las obras de arte, unido a un erotismo refinado y artísticamente expresado. Vuelve sagrado lo profano y profano lo sagrado. 

   Toma del romanticismo la rebeldía, el agrado por lo fantástico y la tendencia a la tristeza; los mitos grecolatinos, la exoticidad y la perfección formal del lenguaje esplendente y  categórico son huellas del parnasianismo; el gusto por lo oculto, lo misterioso, lo mágico es herencia del simbolismo; el agrado por la impresión de los sentidos del impresionismo y a contraluz reacciona filosóficamente contra el positivismo oficializado en 1882, cuando en la Universidad Central, un grupo de estudiantes funda la Sociedad de Amigos del Saber:

 

 En un salvaje ímpetu de espanto,
á la llanura pide veloz cuenta
el bruto volador… Ala es mi manto
al soplo de tragedia que lo avienta.
(…)
Llueve sobre las cosas su alegría
esta azul bendición de la mañana,
y es la tierna sopla en mi agonía
errante un dulce olor de mejorana!…
(…)
Y en vano mis angustias por la ancha,
liquida sombra forjan la ribera,
¡Ante mis ojos pávidos se ensancha
el mortal horizonte de quimera!…
3 

 

   Con un agrado especial por los efectos sonoros, influye en su métrica con nuevos ritmos y diferentes estrofas, manejando más frecuentemente en la medida, los versos del arte mayor como el decasílabo, el endecasílabo (el más popular en la poesía culta de la época) el dodecasílabo y el tridecasílabo, y algunas veces  perviven en sus poemas versos alejandrinos en soneto:

 

 “- Rumbo á la dulce Isla de las pomas arcanas,
partí en la nave Argos, á un viento de osadía;
y aunque el Ponto, celoso cancerbero gruñía,
mi nave arrió sus velas entre un vuelo de dianas!

    En la Isla desierta, son las áureas manzanas
joyas donde reside la inmortal alegría,
El negro humor se agota a su sacra ambrosía,
y retorna la fiebre de las fiestas paganas!

     Joven, pues es tu anhelo vivir en un heroico
poema y no te basta tu cristiano estoico,
de la Isla soñada gusta el áureo tesoro.
4 

 

   Con un léxico colorista, rico en adjetivos, en impresiones, metáforas y comparaciones, intenta generar hermosura sobre todo a través del oído y la vista, con el adorno, la ornamentación, el colorismo,  el exotismo y el sentimiento figurado con las figuras literarias; La visual es en José Tadeo, una manera de entender, una jerarquía de valores además de un anhelo decorativista como igualmente el oído es la musicalidad, están al lado de su sensación captadora del mundo espacial y el goce policromo:

       Amo lo que se apaga, lo que ha sido…
Las rosas vespertinas y otoñales,
las pálidas difuntas ideales
que me han querido amar y no han podido… 

    Canto del cisne, funeral tañido,
angustia de los ósculos glaciales,
dulce brisa en que tornan nuestros males,
aguas que van gimiendo hacia el Olvido… 

    ¡Oh tú, fantasma trémulo y silente,
mujer que sangras, pálida y ardiente,
enfermo amor que de milagro existes!… 

En tus pupilas que el misterio ensancha,
el instinto de amar es una mancha.
¡Siempre me amaron las mujeres tristes!…
5

 

   No perdamos de vista, que el modernismo venezolano se origina bajo el doble signo del criollismo y el exotismo, coexistiendo estas dos tendencias aún contradictorias, pero complementarias aunadas al posterior cosmopolitismo:

 

Siendo Poeta, soy un árbol de dolor,
Descubríos! La selva es una catedral!
Resonante columna de esperanza y amor,
así levanto el Bien y así soporto el Mal…

El corazón del Cosmos produce mi rumor:
Yo doy toda la música de la selva inmortal!…
A veces en mis ramas se posa un ruiseñor,
y es un delirio mágico de notas de cristal.

La cabeza en lo azul y los pies en el lodo,
late en mí la sonora unidad del gran Todo,
y mi ser transparento en mi vago rumor.
6 

 

   El modernismo inicial de José Tadeo Arreaza Calatrava,  se afana en destruir una situación estética ya casi acabada, y revelar el henchido goce de la  individualidad a través de la forma en el escrito –es de reconocer las múltiples y diferentes expresiones de cada modernista–  en plena época  industrial arrastrada por las fuerzas del capitalismo, creando uno de los momentos más destacados de la “literatura nacional” latinoamericana que nace para servir de enlace entre las doctrinas filosóficas, culturales y políticas del momento que se vive; poéticamente está relacionado con los frutos de José Martí y Rubén Darío, en una reacción a los moldes clásicos y neorrománticos; y una tentativa de crear en Venezuela una poesía civil similar a la del poeta Guerra Junqueiro de Portugal. La presencia del elemento histórico  es una constante en sus cantos, los héroes  serán hombres de acción recorriendo las instancias del heroísmo, la independencia y la libertad de los pueblos latinoamericanos, pensadores y escritores, siempre inspirados la mayoría en la filosofía de la era de la ilustración, y así lo entiende José Tadeo Arreaza Calatrava:

   Los largos cantos que Arreaza Calatrava concluyó responden al proyecto de hacer una épica con materias tanto civiles como militares y, en verdad, los logros de su obra  saltan a la vista. Vence los problemas estructurales, atrapa al lector en un discurso y hace gala de un lenguaje suntuoso que no atenta contra el sentido del canto (…) Recogen un momento de principio de siglo cuando no se veían claramente las nubes del horizonte.

                                                       Rafael Arráiz Lucca

 

 Clarines, resonad! El hondo aliento
de la Raza estremece nuestras bocas…
Pregona el Ande el épico portento.
Pregonadlo también, cántabras rocas! 

    Libertador! Las épocas evocas,
y resurrectas cruzan a tu acento,
ebrias de sol y de futuro locas,
Por el americano firmamento!
(…)
    ¡Férrea unidad del nuevo mundo hispano
Que el sacro gonfalón pone en tu mano,
Oh mi Patria! Oh mi madre! Oh Venezuela!
7
 

Triste figura es mi vida callada.
¿a dónde va como jaula encantada,
Sin Rocinante, ni escudo ni espada?…
(…)
En mis eriales tembló una azucena.
¡La rosa es dura! ¿Ella es blanca, es buena!
¡Y mire roja su pálida pena!…
(…)
¡Oh el dulce Amor y su trágica huella!!
¿Esta divina dulzura de estrella
En mi prisión?…¡El recuerdo de Ella! 
8

 

   Estampa en la percepción de los lectores ciertos cánones que desde los inicios hasta los finales, sostiene perennemente en una forma de convenio entre la búsqueda, la fatalidad, lo heroico y el progreso.

   La grafía extensa del poema sobre la carilla, su afluencia entre arrebatada y discursiva, con una corporalidad exuberante sin ampulosidades, extrovertida y sin misterios, sin embargo, sobrecogida en lado mágico de las palabras que sólo las  detienen frecuentemente, tres puntos suspensivos y que alienta de modo vehemente con signos de puntuación, admiración e interrogación:

 

     ¿Adónde van mi sueños, nunca vistos andantes,
que en una edad remota cumplieron altos fechos?
¡Oh caballeros malheridos y maltrechos,
de brazos sin vigor y enclenques Rocinantes!…

    Ya no libráis Princesas de endriagos y gigantes;
que es mengua el vencimiento para invencibles pechos!
Tal vez lleváis la diestra, sostén de altos derechos,
trunca, como la mano de Don Miguel Cervantes. 

    Mío Don Quijote, dulce y heroico como Cristo!
Por tantas injusticias y traiciones que he visto,
da á mis sueños la fuerza que han menester! La acción
    de esos tristes hidalgos es fuente de ironía.
Y mientras van sedientos de cristiana energía,
en cáliz de oro y risa bebo tu corazón!…
9

 

   Debe ser un goce y un deber comprometernos desde su lectura hasta los comentarios de sus poemas por el lector y entre lectores, y así, divulgar la obra de otro poeta venezolano, para cuya obra es su leída y divulgación, un compromiso de todos nosotros los que conformamos la “Patria Literaria” y así, favorecer la presencia viva y actual del poeta en la cultura del país y del mundo, y en la vida del recuerdo de José Tadeo Arreaza Calatrava, donde existe harta poesía y exuberante poeta.


 

Referencias Bibliográficas

Extractos de poemas de los poemarios: Cantos de la carne y del reino interior: Cantos Civiles. Casa de Primitivo Fernández, Madrid, España,  1911. Odas. La Triste y otros Poemas. Sociedad de Ediciones Louis-Michaud,  París, 1913.

1.         El Fausto Místico.
2.         Canto al Ingeniero de Minas
3.         Sueño Bárbaro
4.         Duda
5.         Amor de lo Triste
6.         El Poeta
7.         El Libertador
8.         Vía Cruzis Sentimental
9.         El Libro de Cervantes


Escritora venezolana


María Cristina Solaeche Galera


Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela


 


Recibimos con gusto las colaboraciones de María Cristina Solaeche Galera, profesora universitaria especializada en Educación Superior y en Matemática. Desde su natal Venezuela nos muestra personajes de la poesía del Siglo XX, para ampliar nuestra visión del fenómeno literario universal.



Aquí encontrará ensayos dedicados a Alberto Bermúdez de Belloso, Carlos Rodríguez Ferrara, Luis Enrique Mármol, Enriqueta Arvelo Larriba, Ismael Urdaneta, Lydda Franco Farías, Emiliano Hernández, Vinicio Nava Ulibarri, Ada Pérez Guevara, Elías David Curiel, Genoveva de Castro, Carlos Borges, Rosa Virginia Martínez, José Tadeo Arreaza Calatrava, Edna Medina Patrick, Atilio Storey Richardson, Lucila Velásquez, Elizabeth Shön, Marcial Hernández, Ida Gramcko.


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