Cuento de Navidad, ¿un cuento para niños?

Enrique García Díaz

Introducción

Con motivo del bicentenario del nacimiento de Charles Dickens (1812-2012) son muchos los acontecimientos que durante este año se celebrarán en Londres. Por mi parte, he decidido contribuir a dicho aniversario con un ensayo acerca del que es su cuento más conocido y cuyo tema es la Navidad. A comienzos de la época victoriana la celebración de la Navidad estaba en declive. Sin embargo fueron personajes históricos como el príncipe Alberto, quien implantó la tradición alemana de decorar el árbol y/o cantar villancicos. Resaltar que la primera tarjeta de felicitación navideña surge en 1840. El origen de esta historia viene precedido por una corriente nostálgica por todo lo que rodea a la Navidad, como hemos señalado al principio.

Es una corriente que se hace más acusada durante la época victoriana gracias a publicaciones como las de David Gilbert, Some Ancient Christmas Carols (1822); William B. Sandy, Selection of Christmas Carols, Ancient and Modern (1833) y Thomas K. Hervey, The Book of Christmas (1837). Pero sin duda fue la obra de Dickens contribuyó en gran medida a rejuvenecer las antiguas tradiciones navideñas en Inglaterra. Así cuando en 1843 aparece A Christmas Carol éste se convierte en todo un referente en Inglaterra y Estados Unidos. Pero lo que más sorprende es que hoy, a casi 170 años, la historia todavía se mantiene vigente.

 Es concluyente el mensaje del propio Dickens al respecto de las Navidades, a las cuales define como: “the only time I know of the long calendar of the year, when men and women seem by one consent to open their shut-up hearts freely, and to think of other people below them as if they really were fellow-passengers to the grave, and not other race of creatures bound on other journeys”.

 Esto es lo que Dickens pasó a definir como Carol Philosophy. Otra anécdota en relación a Dickens y la Navidad fue cuando el autor falleció en 1870, y una pequeña al enterarse comentó: “Mr Dickens is dead? Then will Father Christmas die too?”

 La influencia de Dickens y su A Christmas Carol en la Navidad de los países occidentales se ejemplifica en las reuniones familiares en Nochebuena, los regalos, los villancicos y el espíritu de la generosidad de esos días. Al mismo tiempo que aporta, alegría, felicidad, diversión, también aparecen rasgos e imágenes inolvidables de desesperación, oscuridad, desesperación, frialdad, tristeza y muerte. Es por estos rasgos por los que nos planteamos la pregunta inicial una vez leído. Si ponemos atención en el título la primera impresión que tenemos es la de un cuento. Pero tras haberlo leído con detenimiento, ¿podemos considerarlo realmente como tal?

¿Es un cuento como lo que hoy en día entendemos para ser leído a los niños? ¿Quería Dickens mostrar algo más que el espíritu navideño? A tenor de los rasgos característicos de la novela gótica, ¿podemos considerarlo como un relato gótico? ¿Un relato de fantasmas cuyo objeto sea asustar al lector? Es verdad que contiene un final feliz gracias a que el protagonista, Ebeneezer Scrooge, cambia su carácter y su perspectiva de las Navidades. Pero para llegar a ello ha de pasar por situaciones nada agradables, y que no son sino el reflejo de la sociedad londinense de esa época. Así mismo encontramos con ciertos matices autobiográficos en el personaje. Si repasamos la propia infancia del autor, veremos que comparte rasgos con el protagonista. Pero aparte de estos aspectos relativos a Dickens, también debemos centrarnos en personaje de los espíritus y en todo lo que rodea a estos y su relación con Scrooge. Pero volviendo a la pregunta inicial tal vez a muchos al leer la palabra “cuento” se nos vienen a la mente las tradicionales historias de los hermanos Grimm. Sus historias están pobladas por hadas buenas, princesas, príncipes, el amor y/o la felicidad; pero también aparecen brujas, la envidia, la oscuridad, o la propia muerte. Estos rasgos aparecen en la obra de Dickens.

A Christmas Carol: se divide en cinco capítulos que Dickens llama “staves”, es decir “estanzas”. Y que coinciden con el prólogo, donde se nos presenta a Scrooge como un avaro, como una persona insensible que odia celebrar la Navidad. Las visitas de los tres espíritus y el final donde encontramos a un Scrooge nuevo. El cuento posee rasgos de la novela tradicional gótica, pero no son sólo las visitas de los tres espíritus, sino las propias descripciones de Londres: oscuro, sucio, tenebroso, y que en el fondo no son más que imágenes que reflejan la realidad que le tocó vivir al autor. Es por ello que A Christmas Carol en esos aspectos también se aproxima a la novela realista.

Dickens muestra el estado de la sociedad londinense durante la Época Victoriana, y que al mismo tiempo le sirve como escenario gótico para su cuento. La visita del espíritu de su antiguo socio Jacob Marley es la primera aparición del personaje del fantasma. Ese personaje está muy extendido en la literatura gótica de la época y son varios los que recurren a éste para provocar miedo o sobresalto en el lector. Ese era el principal cometido con el que los escritores de relatos góticos presentaban el personaje del fantasma, espíritu o aparecido. Pero en este caso la misión de los espíritus no es como en otros relatos, buscar una venganza o atormentar a uno de los personajes como en el caso de La habitación tapizada de Walter Scott. Aquí los tres espíritus van desfilando ante Scrooge mostrándole lo que ha sido su vida y en lo que se ha convertido ésta con un único y firme propósito: que Scrooge cambie su vida. Otro aspecto del relato gótico es cuando el tercer espíritu visita a Scrooge y es el tema de la muerte. Su visita al cementerio sin saber aún a quien están enterrando. Esa imagen del cementerio en medio de la noche, de la oscuridad, tan recurrida en los relatos góticos choca tal vez con la idea que tenemos del cuento. No obstante todos recordamos a Blancanieves cuando es conducida al cementerio tras haber ingerido la manzana envenenada. Todos estos elementos no son sino aspectos a tener en cuenta cuando leamos A Christmas Carol.

Es verdad que la historia revitaliza las Navidades en Inglaterra, y podemos decir que en los países occidentales. Y que podríamos interpretar de igual modo que Scrooge simboliza ese sentimiento que existía en Inglaterra de no celebrar la Navidad y como posteriormente es revitalizado por la visita de los espíritus. Si estableciéramos una comparación podríamos señalar que Scrooge representa la Inglaterra que no quería celebrar la Navidad, y que los espíritus representan en cierto modo a Dickens y su obra. Caben varias interpretaciones pero la que más me ha llamado la atención es sin duda el hecho de que Dickens empleara ciertos aspectos clásicos de la novela/relato gótico para su “cuento”. Tal vez la próxima vez que nos acerquemos a este cuento lo leamos con otra perspectiva.

Escritor español

Doctor en Filología inglesa. Autor de contenido para proyectos de IBM. Colaborador literario.
 

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